Emergency Turned Upside-Down confronta el discurso cínico e inhumano que llama a la presencia de refugiados en Europa una situación «de emergencia», cuando esa palabra se debe aplicar a la guerra, el terror y la estrangulación económica que obligó a esa gente a desplazarse de su lugar de origen.
Emergency Turned Upside-Down se enmarca dentro de la tensión que atraviesa la vida social en este momento: por un lado el vasto potencial imaginativo de un mundo sin fronteras y por otro la pequeña cárcel de nacionalidad y todas las fronteras externas, internas y sociales implica. La película de Oliver Ressler discute la función de las fronteras ‘desempeñando ‘su función diaria: manejar, calibrar y gobernar pasajes globales de la gente; dividiendo y «zonificando» a los diferentes tipos de migrantes y no migrantes que dependen del goteo de ingresos extenuados de un trabajo interminable. Las fronteras configuran el mundo, asegurando un suministro de gente «dispuesta» a hacer cualquier tipo de trabajo si las condiciones son suficientemente coercitivas.